martes, 7 de diciembre de 2010

Saldrá alguna de estas en las 24?????







La corvina negra es sin lugar a dudas, la “vedette” de Samborombón y Punta Rasa. A diferencia de la corvinas rubias alcanza grandes magnitudes, algunos ejemplares superan los 40 kg. de peso.

Predomina en su cuerpo un color gris oscuro con las aletas negras. El vientre, como en casi todas las especies acuáticas es claro. Morfológicamente es similar a sus compañeras de taxón, las “rubias” y las “peritas”.

Su contextura es fornida y la piel está completamente cubierta por escamas cicloides. La línea lateral discurre paralela al perfil dorsal. La cabeza es robusta y el morro es corto y romo. La boca es grande y está munida de pequeños dientes. Por detrás y por debajo de la abertura bucal hay una serie de barbillones gruesos que son típicos de la especie.

Presenta dos aletas dorsales contiguas, la primera con rayos espinosos solamente, la segunda con un rayo espinoso y los demás blandos.

La aleta caudal es truncada y homocerca (con sus dos lóbulos iguales), la anal es corta y está provista de dos espinas, una de ellas muy rígida. Las aletas pectorales y ventrales no presentan rayos espinosos.

Se reproduce en una amplia franja costera desde fines del invierno hasta el mes de marzo. La fecundación es externa.

Una vez producida la eclosión los alevinos se alimentan de plancton y de materia orgánica que hallan en el sustrato. Los juveniles suelen penetrar en rías y en otros cursos de agua que desembocan en el mar.

Se alimentan principalmente de organismos del fondo (gusanos poliquetos, moluscos bivalvos, caracoles, camarones, etc.) y en menor medida de pequeños peces, como la anchoíta.

El alimento predilecto de las “negras” adultas es el cangrejo, pero no desdeña nutrirse de camarones, almejas, mejillones, navajas y peces.